Ciudad de Nueva York: El año siguiente

INTRODUCCIÓN

«New York City: The Year After» es un libro de imágenes capturadas del 11/09/2001 al 11/09/2002 como parte de un estudio documental, a la vez que personal, subjetivo y expresivo, de las consecuencias de los ataques del 11 de setiembre al World Trade Center en la gente común y en el paisaje social de la ciudad de Nueva York.

Nací en Madison, Wisconsin, donde mi padre realizaba su maestría en Derecho. Poco tiempo después, mi familia y yo retornamos a vivir a Lima, Perú, donde viví hasta 1999 cuando terminé mis estudios en la Universidad de Lima con el grado de Bachiller en Ciencias de la Comunicación con especialidad en Periodismo. Al año siguiente, empecé a cursar la Maestría (MFA) en Fotografía del renombrado School of Visual Arts en Nueva York (SVA).

Era mi segundo año de maestría y recibía orientación permanente de Stephen Shore, mi asesor de tesis, y de Charles Traub, quien me sumó a las filas del ambicioso proyecto colectivo Here is New York. Entonces fotografiaba principalmente en Astoria, el vecindario donde vivía, considerado una de las comunidades más ricas del mundo en términos de diversidad étnica y cultural. Hogar de una gran multitud de familias árabes, musulmanas y del sudeste asiático, Astoria se convirtió para mí en una versión a pequeña escala de los Estados Unidos de América.

Decidí entonces usar el estilo de la fotografía callejera en Nueva York, documentando las consecuencias emocionales de los atentados terroristas en las personas que vemos todos los días en las calles o en las estaciones de metro. Como cualquier otro estudiante, yo contaba con un presupuesto muy ajustado, lo cual me obligó a fotografiar buena parte de este proyecto con una pequeña cámara “point and shoot” (una Yashica T4 con un lente Carl-Zeiss) y a comprar película barata de ISO 400 (Fuji Superia 400) en las farmacias al paso.

Durante esa mañana fatídica, yo estaba en Astoria, Queens, cuando recibí una llamada urgente de mi padre desde Lima. Él, irónicamente, se había enterado de los ataques antes que yo, y me llamó preocupado para saber cómo me encontraba. Atónito, lo escuché, y no podía creer la información que me estaba transmitiendo. Como había decidido no tener televisión en mi casa, tuve que salir a la calle y encontré una tienda de televisores donde había mucha gente aglomerada. De pronto tuve ante mí un grupo de 20 o 30 televisores, y en todos ellos las mismas imágenes: era el segundo avión estrellándose, en vivo y en directo, contra la segunda de las torres gemelas.

Los atentados fueron para mí un flashback del terrorismo que viví en Perú durante la década de los 80’s, cuando era niño, y luego adolescente. La carnicería perpetrada por Sendero Luminoso había calado hondo en las mentes de los jóvenes limeños de mi generación, la Generación X limeña, una juventud traumatizada por la violencia y al mismo tiempo sobreprotegida por nuestros preocupados padres. Recordé inmediatamente las bombas terroristas que estallaron cuando vivía en Lima. Eran recuerdos grabados en mi mente de muerte, destrucción y un miedo indescriptible, así como de un inmenso dolor por parte de los desesperados familiares de las víctimas.

Minutos después de los ataques, la más importante cadena noticiosa estadounidense mostró a personas en Afganistán celebrando «en vivo» los resultados de los atentados. Yo fui testigo presencial de la propagación de dichas imágenes. Meses más tarde, se demostró que eran grabaciones de archivo y habían sido captadas en una situación totalmente diferente.

Durante los días posteriores a los atentados, la ciudad estaba prácticamente muerta. Las calles y avenidas de Manhattan estaban vacías y desoladas. Mi esposa y yo tuvimos que alojar temporalmente a varios amigos que huyeron de ahí por temor a la posibilidad de un nuevo atentado. Muchos fotógrafos exploraron dentro de la gran nube de hormigón que provenía de las Torres Gemelas. La mayoría de los libros fotográficos publicados después del 9/11 se centraron en la tragedia y en los ataques mismos. “Here is New York” y “9/11 by Magnum Photographers” fueron dos esfuerzos colectivos por contar una historia fotográfica directamente relacionada con los ataques. Este libro, en cambio, explora la sutil pero densa niebla emocional que cubrió la gran ciudad durante todo el año siguiente. El olor de la muerte se expandió angustiante, tanto literal como metafóricamente, durante un periodo realmente traumático para la población de Nueva York.

El papel de los principales medios corporativos de comunicación estadounidenses fue realmente vergonzoso. Ellos continuaron difundiendo el temor a que algo similar podía ocurrir nuevamente en la ciudad. De este modo, los medios fueron increíblemente influenciados por el gobierno y utilizados para manipular sistemáticamente a la población, encargándose de crear miedo y pánico generalizado. Disfrazaron los atentados en Afganistán y la muerte de miles de personas inocentes con falsas noticias, como por ejemplo las de ántrax –las cuales luego se demostró que habían sido fabricadas dentro de los Estados Unidos- y luego contribuyeron con el gobierno de Bush a la creación de un vínculo totalmente falso entre Irak (Saddam Hussein) y los ataques del 11 de setiembre para justificar la subsecuente invasión de Irak. Se trataba del mismo tipo de mentira mediática que aquella de las inexistentes armas de destrucción masiva. Yo ya tenía mucha experiencia en distinguir las cortinas de humo políticas por parte de los medios de comunicación en el Perú durante la época del terrorismo.

Este proyecto también contiene un análisis visual y personal del creciente nacionalismo1 (no confundir con patriotismo) que surgió en Nueva York durante los meses posteriores a los atentados, los cuales significaron un punto de quiebre en la historia de los Estados Unidos de América como país. Fueron utilizados por el gobierno norteamericano como la mejor excusa para crear una gran campaña nacionalista de costa a costa. “Usted está con nosotros o contra nosotros” dijo literalmente el presidente George W. Bush. 

Y luego, de un momento a otro, el paisaje visual de Nueva York se vio transformado por cientos de miles debanderas estadounidenses y signos nacionalistas que cubrían las fachadas de las casas, los negocios, y los automóviles, a un punto de saturación casi barroco. La comunidad expresó su dolor mediante artículos comerciales como carteles, calcomanías, camisetas, gorras de béisbol, cajas de pizza, etc. La nefasta combinación entre consumismo y nacionalismo fue bastante gráfica, por no decir interesante. Las corporaciones estadounidenses procedieron a utilizar el desastre como publicidad para su propio beneficio económico. Fue entonces cuando el nacionalismo se convirtió en una poderosa y exitosa herramienta de marketing, especialmente en la comercialización de artículos con el diseño de la bandera de los Estados Unidos.

Las películas de Hollywood más populares en los cines fueron, por supuesto, las de guerra, como el caso de «Black Hawk Down». No era la primera vez que el gobierno usaba el sistema de Hollywood como una herramienta efectiva: la propaganda de guerra estaba presente en todas partes.

El eslogan “United We Stand” fue utilizado por doquier para crear en el pueblo un apoyo unánime al esfuerzo de guerra de Bush alimentado por este aterrador y casi surrealista sentimiento nacionalista. Dicha campaña dirigió a todo el país hacia un terrible deseo de venganza para defender lo que los medios llamaron «América’s New War” o “America Fights Back”. Es necesario observar dicho fenómeno: las banderas que se alzaran inicialmente como señal de duelo y compasión hacia las víctimas de los ataques al WTC habían cambiado de significado convirtiéndose, varios meses después, en símbolo de un voraz deseo de venganza. Una bandera estadounidense ya no era sólo una bandera estadounidense, sino que se convirtió en un importante ícono visual al que se le podían atribuir diversos significados según el contexto, generalmente de carácter nacionalista y revanchista.

El nacionalismo puede ser peligroso, sobre todo cuando un país empieza a perder los valores de libertad y democracia sobre los que fue construido. Debido al perfilamiento racial muchísimos musulmanes estadounidenses fueron arbitrariamente encarcelados -sin comunicación con sus familias ni con sus abogados- sólo por ser musulmanes. Las medidas de seguridad fueron abrumadoras hasta el punto en que Estados Unidos se convirtió en una especie de Estado policial donde ya nadie tenía los mismos derechos ni libertad que antes. Difundir el miedo en el corazón de los estadounidenses fue un propósito importante de la administración de George W. Bush. Y tuvo éxito hasta el punto de permitírsele firmar el Patriot Act, con lo cual el pueblo aceptó la pérdida de muchos de sus derechos civiles en nombre de la seguridad nacional.

La fotografía para mí es un medio artístico que me permite experimentar y documentar el paisaje social. Es un medio que sirve para expresar las emociones internas del fotógrafo. Esta investigación analiza visualmente los complejos procesos de introspección y aislamiento por los que pasaron las personas que, al igual que yo, vivieron en Nueva York durante ese año. Es una visión integral de las muchas facetas de un entorno social después de un terrible shock estructural desde su epicentro mismo. Parte de mi método fue observar la vida cotidiana de los neoyorkinos para luego analizar cuidadosamente las actitudes del pueblo estadounidense con relación a la tragedia. En este sentido, la imagen del anciano regando su jardín es muy simbólica.

Se trata de un típico estadounidense individualista, aislado del mundo exterior y rodeado de su hermoso patio/jardín hasta sus rejas blancas, las fronteras de su valiosa propiedad. La bandera estadounidense también estaba allí, como en casi todos lados. Dicha imagen fue la primera que tomé y contribuyó a definir conceptualmente lo que luego se convertiría en el tema principal de este libro. Desde mi punto de vista bastante crítico y personal, el de un extranjero, -un peruano- describí la compleja atmósfera durante aquel extraño lapso cuando lo mejor y lo peor de la sociedad estadounidense salieron a relucir frente a mis ojos. No olvidemos el lado positivo: la gran compasión y solidaridad de muchos estadounidenses hacia las personas directamente afectadas por los ataques. «New York City: The Year After» también contiene documentación fotográfica de algunas de las manifestaciones por la paz que salieron a las calles pos 11 de setiembre, así como ciertas reacciones políticas de los habitantes de Nueva York.

Desde la época en que capturé la última fotografía de este libro, en la que el águila estadounidense, gravemente herida, observa amenazante al hombre musulmán, no ha dejado de haber guerras en el Medio Oriente. Una tras otra, y todas ellas han sido justificadas arbitrariamente por los sucesos de las torres gemelas. De pronto pasa frente a ella un desarmado ciudadano musulmán, que representa al pueblo de Irak y a los demás países árabes que el águila piensa atacar. El ave, herida en lo más profundo de su orgullo nacional, observa muy tensa a su presa con un rencor inconmensurable. Está dispuesta a atacar a como dé lugar. Esa águila representa las aves rapaces estadounidenses de afilados picos que, hambrientas y desesperadas, pronto penetrarán y desgarrarán la carne del indefenso pueblo musulmán, desmembrando, destrozando y devorando el suculento cadáver de Irak.

Este libro intenta ser un espejo donde mirarnos a nosotros mismos como una sociedad que fue golpeada por el terror con una intensidad nunca antes experimentada que, después de varias décadas de aletargamiento, despertó y vio por primera vez lo que sucedía en el resto del mundo, más allá de las fronteras estadounidenses.

El 9/11 cambió a Nueva York y al mundo, y no solo durante el año siguiente, sino que lo sigue cambiando hasta el día de hoy, nada menos que 20 violentos años más tarde.

1 NACIONALISMO: 1 a) devoción a la nación de uno, patriotismo b) patriotismo excesivo, estrecho o jingoísta; chauvinismo 2 la doctrina de que el interés nacional, la seguridad, etc. son más importantes que las consideraciones internacionales 3 El deseo o la defensa de la independencia nacional.

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